lunes, 2 de julio de 2018

Por donde nació Castilla, San Pedro de Arlanza y Covarrubias.






Pues sí, hemos salido varias veces y tengo material para varias entradas, pero no se si es por el calor, por la medicación o por qué carajo de conjuro, ando amodorrau del todo. Es ponerme frente a la pantalla y Morfeo me se aparece en anuncios invisibles. Así que vamos a hacer un esfuercillo e ir trabajando poco a poco en los temas.  Si como dicen los frailes la gula es un pecado genial y lo mejor de la tentación es caer en ella, echarse en los brazos de Morfeo mas que pecado original puede convertirse en pecado de costumbre, de esos que cuanto más duermes mas dormir quieres.

Dejando aparte esta excusa para justificar mi vaguez, diré que nos pusimos en camino hacia Burgos  bastante temprano, dando un rodeo por carretera mejor que la que utilizamos habitualmente, la de Nájera a Salas de los Infantes. Paisaje precioso el de este valle riojano pero se hace larga tanta vuelta y revuelta al lado del río y algun tramo es de carretera muy estrecha y con algun que otro bache ocasional. Tenía prioridad la hora, llegar antes de que el señor Lorenzo se pusiera a tono para buscar la sombra a la hora de comer. Tormentas anunciaban, y el cielo se mostraba bastante gris cuando cruzamos La Pedraja con la neblina y llegamos a Ibeas, la cosa cambió de color, el señor Lorenzo había impuesto su autoridad y el cielo se aclaró por completo.    

Tras la habitual parada, esta vez paramos en Ibeas de Juarros, en lugar de en el Pájaro de Villafranca, ya que había bastante tránsito de camiones especiales y lo de siempre, un cafelito reconstituyente y unos minutos de descanso. A continuación  seguimos hacia burgos para meternos en la circunvalación   con dirección Madrid y después en Sarracín tomar dirección hacia Soria.


Localización (Iberpix)

Ya en Hortigüela nos metimos por una estrcha carretera comarcal que nos lleva a Covarrubias, 8 km antes llegamos al monasterio, o lo que queda de él. Apareció su construcción imponente de forma repentina, tras una curva e inmediatamente nos dimos cuenta de la situación. Estaba en obras. Una cuadrilla de modernos segadores manejaba unas cuantas máquinas moscardonas con un ruido insoportable. Vista la situación poco pudimos ver, sin embargo una empleada nos informó que a partir del día 1 de julio habría visitas guiadas por la zona segura, de ahí la premura y la intensidad del trabajo de los "moscardones". Mencionemos también de paso que el trabajo de los segadores no tiene que ser nada cómodo en esas condiciones de calor y con ese ruido infernal.

 Vista San Pedro y San Pelayo (google maps)

 Vista San Pedro de Arlanza  (iberpix)
 
Los orígenes de este monasterio se pierden entre la leyenda y la escasa documentación existente no va más lejos de su posible fundación hacia el año 912 probablemente a partir de un conjunto eremítico anterior. En la ermita de San Pelayo se han hallado restos visigóticos y perrománicos lo que indica que es anterio en el tiempo al conjunto del monasterio.

San Pelayo (Arteguias)
La leyenda dice que el Conde Gonzalo Fernández persiguiendo a un jabalí se encontró con unas cuevas habitadas por ermitaños. Estos le auguraron grandes victorias contra los musulmanes y Gonzalo agradecido ordenó construir el monasterio.

 Fragmento del poema de Fernán Gonzalez

"Cuando la oración el Conde hobo acabada, / Vino a él un monje de la pobre posada;
Pelayo había nombre, vivía vida lacerada, / Saludóle e preguntóle cuál era su andada.

Díjole que tras el puerco era ahi venido; / Era de su mesnada arredrado e partido;
Si por pecados fuese de Almozore sabido / Non fincaría tierra donde escapase vivo.



 Otra leyenda atribuye al lugar el enterramiento del rey visigodo Wamba y la construcción del monasterio a Recaredo.

Cueva-ermita del antiguo cenobio Aceso al original
Ermita de San Pelayo (Memorias de Burgos)

La abundancia de cuevas en el cañón del río Arlanza y la presencia de restos visigodos e incluso romanos en la comarca indican que el lugar estuvo habitado desde tiempos remotos y que quizás la fundación del monasterio en el 912 sea solo la continuación de una actividad eremítica, probablemente realizada desde antiguo en una zona protegida, de acceso complicado, y con funciones del control de paso por el territorio.

Lo que ya está más documentado son las generosas donaciones que Fernán González, hijo del conde Gonzalo, hizo al monasterio que además se hace enterrar en él.

Si Dios aquesta lid me deja arrancar, / Quiero de todo el mío quinto a este lugar dar;
Demás, cuando muriere, aquí me mandar soterrar, / Que mejore por mi siempre aqueste lugar.

Faré otra iglesia de más fuerte cimiento, / Faré dentro en ella el mi soterramiento;
Daré ahi donde vivan de monjes más de ciento / Que sirvan todos a Dios e fagan su mandamiento.
  

Tumba de Fernán Gonzalez Actualmente en la colegiata de Covarrubias  Acceso al original



Sin embargo al observar las fotos de la construcción me surge una duda. Aparentemente no cuadra la cronología.
Si el monasterio fue fundado en el 912 y Fernán Gonzalez muere en el 970 y tenía allí su sepulcro ¿cómo puede ser que la estructura principal y muchos de los restos que vemos sean del románico y posteriores? Si el románico alcanza su apogeo entre los siglos XI y XIII y el monasterio se funda en el X y Fernán vive en el X ¿Cómo es posible?. Hay dos hipótesis posibles. La primera que el monasterio primitivo estuviera arriba en San Pelayo o San Pedro el Viejo, donde se han encontrado restos prerrománicos y visigóticos  y después los monjes hicieran un edificio nuevo abajo y se trasladaran parte de ellos como sucedió en San Millán de la Cogolla, o la segunda que el monasterio se encontrara en el mismo lugar que ahora y fuera reconstruido en el año 1080 sobre los restos del anterior. Según el poema de Fernán Gonzalez parece mas acertada la opinion de que los monjes eran eremitas, que el padre del conde fundara el monasterio en la parte de arriba en la ermita de San Pedro el viejo, que el conde Fernán favoreció al monasterio con numerosas donaciones y que posteriormente los monjes trasladaran las instalaciones monacales o parte de ellas, al lado del río. Algo similar a lo que sucedió en el cercano monasterio de San Millán de la Cogolla en La Rioja.

Hay que tener en cuenta la existencia en el territorio de tres grandes monasterios con gran influencia y poder en la zona, San Millán de la Cogolla en el valle del Najerilla, Santo Domingo de Silos y este de San Pedro de Arlanza a los que habría que añadir Santa María de Valvanera y Santa María la Real de Nájera tambíen en la cuenca del Najerilla y este último bajo el patrocinio de reyes de la dinastía navarra.





Sea como sea en 1080 se levanta el nuevo edificio. Un epígrafe desaparecido lo data "Guillermo y su padre Osten hicieron esta obra gobernando el abad Vicente." Sería la época de esplendor del monasterio, se construye el claustro románico y sus respectivas instalaciones anexas. El monasterio estaba asímismo dotado de un excelente archivo y biblioteca donde se guardaba la documentación referente a las extensas propiedades del monasterio y a los territorios sometidos a vasallaje.
A juzgar por las dimensiones de los restos debió tratarse de un edificio de una gran envergadura llevado casi al límite de la resistencia estructural de un edificio románico.  

Sin embargo en el siglo XVII se llevan a cabo reformas. Es una nueva época, en la que la contrarreforma y las guerras de religion contra turcos y protestantes, la religiosidad oficial impone su dominio.
Se desmonta el claustro románico para fabricar uno más acorde con los gustos de entonces, el templo principal no se ve afectado por las modificaciones.

Dos siglos más tarde llegará su declive. Las sucesivas órdenes de desamortización, especialmente la del ministro Mendizabal en 1836 darán la puntilla al monasterio. Los funcionarios buscaban principalmente aquellos tomos donde estaban las actas y listas de propiedades del monasterio, para contabilizarlos en hacienda para recaudación de impuestos,  pero como muchos de ellos no tenían ni puñetera idea de latín  y a veces confundían los libros y se llevaron algunos que no eran y el resto acabó en otros monasterios como Sto Domingo de Silos. Gracias a ello se salvaron valiosos códices. Todo aquello de valor que pueda ser transportado desaparece en manos de anticuarios para aterrizar en museos  y colecciones privadas.  Desaparecen las pinturas románicas que aparecen en el Metropolitan Museum de Nueva York y Museu Nacional d´Art en Barcelona. Portadas y otros elementos arquitectónicos son trasladados al Museo Arqueológico Nacional y al Museo de Burgos. Hasta parte de los sillares para construir casas nuevas. Las instalaciones quedan en ruinas y abandonadas.

En el Museo Arqueológico Nacional
En su lugar original


Sepulcro de Mudarra (claustro de la Catedral de Burgos)
En su ubicación original


















Del abandono a la recuperación 
Página muy interesante. La restauración del monasterio







Como no pudimos sacar muchas fotos  he recurrido a la WEB dirigiendo a su página de origen siempre que sea posible. No se trata de fusilar fotos para rellenar sino de compartir conocimientos reconociendo la labor de los autores.     






Aquí les coloco unos cuantos enlaces que pueden servir de guía.
Arquivoltas
Arteguias

 Las pinturas de San Pedro de Arlanza Romanicoburgales


Monestirs.cat

Esto es un lío medieval

Ermita de San Pedro el viejo (Félix Martín Santos

San Pelayo o San Pedro el viejo de Arlanza

palamós










































 Fragmento del poema de Fernán Gonzalez

"Cuando la oración el Conde hobo acabada,
Vino a él un monje de la pobre posada;
Pelayo había nombre, vivía vida lacerada,
Saludóle e preguntóle cuál era su andada.

Díjole que tras el puerco era ahi venido;
Era de su mesnada arredrado e partido;
Si por pecados fuese de Almozore sabido
Non fincaría tierra donde escapase vivo.

Recudióle el monje; dijo: ruégote por Dios, amigo,
Si fuese tu mesura que hospedases conmigo,
Darte he yo pan de ordio, que non tengo de trigo;
Darte he yo del agua, que non tengo del vino;
Sabrás cómo has de facer contra el tu enemigo.
El Conde Ferrán González, que se fizo su amigo,
Del monje San Pelayo rescibió su convido;
Del ermitaño santo tóvose por bien servido,
Mejor non albergara después que fué nascido.

Dijo don fray Pelayo delante su señor:
Fágote, el buen Conde, de tanto sabidor
Que quiere la tu facienda guiar el Criador;
Vencerás todo el poder del moro Almozor.

Farás grandes batallas en la gente descreída;
Muchas serán las gentes a quién quitarás la vida;
Cobrarás de la tierra una buena partida;
La sangre de los reyes por ti será vertida.


Non quiero más decirte de toda tu andanza;
Será por todo el mundo temida la tu lanza;
Cuanto que yo te digo ténlo por aseguranza;
Dos veces serás preso, créeme sin dudanza.

Antes de tercero día te verás en gran cuidado
Ca verás el tu pueblo todo muy mal espantado;
Verás un fuerte signo cual nunca vió home nado,
El más lozano dellos será muy mal desmayado.

Tu confortarlos has cuanto mejor podieres;
Decirles has a todos que semejarán mujeres;
Depárterles el signo cuanto mejor podieres;
Perderán todo el miedo cuando se lo departieres.

Despídete agora con lo que has oído;
Aqueste lugar pobre non lo eches en olvido;
Fallarás el tu pueblo triste e dolorido,
Faciendo lloro e llanto e dando apellido.

Por lloro ni por llanto non facen ningún tuerto,
Ca piensan que eres preso e que moros te han muerto,
E que quedan sin señor e sin ningún confuerto:
Coidaban con los moros por ti salir al puerto.

Mas ruégote, amigo, e pídotelo de grado:
Cuando hobieres tú, el buen Conde, el campo arrancado,
Véngate en mientes que somos convento lacerado,
E non se te olvide el pobre hospedado.

Señor: tres monjes somos, asaz pobre convento,
La nuestra pobre vida non ha nin par nin cuento;
Mas si Dios non nos envía algún consolamiento
Daremos a las sierpes nuestro habitamiento.

El Conde dióle respuesta como home enseñado;
Dijo: don fray Pelayo, non hayas cuidado;
Cuanto que demandastes se vos ha otorgado;
Conosceredes adonde diestes el vuestro hospedado.

Si Dios aquesta lid me deja arrancar,
Quiero de todo el mío quinto a este lugar dar;
Demás, cuando muriere, aquí me mandar soterrar,
Que mejore por mi siempre aqueste lugar.

Faré otra iglesia de más fuerte cimiento,
Faré dentro en ella el mi soterramiento;
Daré ahi donde vivan de monjes más de ciento
Que sirvan todos a Dios e fagan su mandamiento.

Despidióse del monje alegre e muy pagado;
Vinóse para Lara el Conde aventurado;
Cuando allá llegó e le vió el su fonsado,
El lloro e el llanto en gozo fué tornado.

Contó a sus varones cómo le había contido
Del monje que fallara, que yacía ascondido;
Cómo fuera su huésped e tomara su convido,
E que mejor non albergara después que fué nascido.”

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